Este año toca girasol. En agricultura ecológica es muy importante la rotación de cultivos para poder mantener el suelo en buenas condiciones. Es un proceso largo que necesita años para empezar a mostrar los resultados.
En este caso se ha elegido el girasol para controlar malas hierbas. Al ser un cultivo de siembra de primavera, cuando preparemos el suelo para implantar el cultivo, vamos a eliminar las hierbas que son competencia de cultivos de otoño (cereales y leguminosas en mi caso). De esta manera evitaré competencias al cultivo principal de mi alternativa: trigo duro. Otra ventaja es que ponemos flores a disposición de los insectos en una época (a finales de primavera e inicio del verano) en la que empiezan a escasear. En la foto se aprecia como una abeja de unas colmenas cercanas empezó a utilizar este recurso.
Aunque el girasol no se llega a ser tan productivo como en otras zonas de Castilla-La Mancha, es suficientemente rentable como para implantarlo en la rotación. Además este año ha sido especialmente bueno ya que han caído 70 l/m2. Teniendo en cuenta que esta primavera ha sido especialmente seca, esta lluvia ha facilitado mucho que vayamos a tener cosecha.
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